sábado, 22 de septiembre de 2012

Convocatoria a la presentación de experiencias con TIC


«Conectar Igualdad» convoca a docentes, directivos y estudiantes de nivel secundario, de educación especial o de ISFD a compartir experiencias de integración de las TIC. Las propuestas que resulten seleccionadas podrán ser presentadas en el V Congreso Regional del Programa Conectar Igualdad «Región Centro», a desarrollarse en la ciudad de Buenos Aires, 14 y 15 de Noviembre de 2012.

Fecha del evento: 5 de Octubre

Presentación de experiencias 

Si sos docente, directivo o estudiante de nivel secundario, de educación especial o de un ISFD de alguna institución educativa perteneciente a la Región Centro y tenés una experiencia con integración de tecnología para compartir, esperamos que la subas para contribuir a generar un reservorio de experiencias y participar de la selección de los trabajos que se presentarán en el Congreso Regional. 

Presentar experiencias permite reflejar las prácticas y actividades desarrolladas rescatando el sentido y significado que le atribuyen sus protagonistas. La potencialidad del trabajo en torno a las experiencias radica en la posibilidad de compartirlas no como relatos anecdóticos o excepcionales, sino como acciones y actividades que se dan en un contexto y se relacionan con ciertas ideas, conocimientos y personas que las llevan a cabo. Si se reflexiona sobre ellas se pueden comprender las condiciones que las hicieron posibles y avanzar en un sentido y significado que enriquezca el uso y favorezca la integración de las tecnologías en todas las escuelas. 
A través de sus relatos encontramos la actividad creativa de directivos, docentes y estudiantes, que contribuyen cada día a la transformación de la educación en nuestro país en Secundarias, Escuelas Técnicas, Institutos de Formación Docente y en escuelas de Modalidad de Educación Especial. 

Directivos

Experiencias de gestión o proyectos institucionales que reflejen la integración de TIC en la escuela. Acciones, actividades e iniciativas que se posibilitan o enriquecen con el uso de tecnologías y que se vinculan con las necesidades e intereses que surgen en cada institución. 

Docentes

Propuestas de trabajo, planificaciones, secuencias y/o proyectos que hayan desarrollado integrando tecnologías o en el marco del Modelo 1a1. Las experiencias deben reflejar el uso dado a las tecnologías y en qué medida han potenciado o enriquecido el trabajo con los alumnos. 

Alumnos

Experiencias y vivencias de los chicos dentro y fuera de la escuela a partir del uso de las tecnologías. Se trata de iniciativas que surgen de los estudiantes, que les permiten aprovechar las tecnologías en función de sus intereses y necesidades. 

Las experiencias para el Congreso de la REGIÓN CENTRO se tomarán hasta el 5 de Octubre de 2012 

Todas las experiencias presentadas serán consideradas y evaluadas por un jurado compuesto por autoridades del Ministerio de Educación Nacional, de los Ministerios provinciales y por especialistas. 
Algunas de ellas se seleccionarán para ser presentadas durante el Congreso Regional correspondiente a la provincia donde se lleva a cabo la experiencia. (De ser así, será convocado específicamente a través de los datos de contacto con que completó el formulario). 
El Ministerio de Educación de la Nación financiará el traslado, alojamiento y comidas de los docentes, los directores y los alumnos acompañados cada uno por un adulto de su escuela. 

Para más información y enviar tu experiencia ingresá a: http://seguimientoconectar.educ.ar/congresos/centro
Fuente: Conectar Igualdad 

Autor: Programa Conectar Igualdad 

Publicador: Celina Morisse 

Fuente: Portal Aprender.

viernes, 21 de septiembre de 2012

A 50 AÑOS DE LA CIUDAD Y LOS PERROS


Hace cincuenta años la editorial Seix Barral publicaba, tras muchas peripecias para sortear la censura española, La ciudad y los perros, primera novela de Mario Vargas Llosa. Hoy, al cumplirse el cincuentenario de su publicación, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española quieren rendir homenaje a nuestro premio nobel con una nueva edición de la obra que marcó el comienzo de su trayectoria.

En el último congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en Panamá en noviembre de 2011, se concretaron los detalles de la edición, que forma parte de la colección académica conmemorativa, y se confió su coordinación a la Academia Peruana de la Lengua. Su presidente, Marco Martos, ha cuidado minuciosamente todos los aspectos.

La obra gozó, desde su publicación, del reconocimiento de la crítica y de los lectores no solo del mundo hispánico; su traducción a más de treinta idiomas, confirma el éxito y el reconocimiento internacional.

La aparición de la novela marcó un paso importante en la superación de la temática indigenista, de la búsqueda de raíces y valores prehispánicos, avanzando hacia un terreno cotidiano, la realidad presente del ciudadano americano, vertebrado, todo ello, en nuevas formas de novelar presentación para la literatura hispánica basadas en la experimentación con la técnica narrativa. Esta innovación de fondo y forma convierte a Vargas Llosa en punto de referencia fundamental de la narrativa hispanoamericana actual.

Fruto de esa técnica, de honda raíz faulkneriana, los personajes se presentan en su más compleja estructura mental y social, que se traduce formalmente en una alternancia de múltiples temas, acciones y pensamientos que aparecen y desaparecen hasta llegar a su resolución final. No encontramos juicios, solo exposición de una humanidad viciada y crudamente realista. Sin duda, Vargas Llosa inaugura con La ciudad y los perros el boom americano y abre al mundo un interés renovado por su narrativa.

Como es habitual en estas ediciones conmemorativas, la obra va acompañada de un conjunto de estudios que perfilan aspectos fundamentales de la novela y su autor. Abre la serie Marco Martos (Perú), que rastrea la fuentes literarias en Vargas Llosa; José Miguel Oviedo (Perú) analiza los distintos puntos de vista y espacios que conducen la novela; Víctor García de la Concha (RAE) marca el perfecto entramado entre estructura y contenido, y Darío Villanueva (RAE) caracteriza la novela de Vargas Llosa dentro de la más depurada teoría de la literatura.

En un amplio repaso de los cánones novelísticos, Javier Cercas (España) presenta a Vargas Llosa como un escritor comprometido; Carlos Garayar (Perú) repasa la gran variedad de recursos que se despliegan en la novela al subrayar su importante innovación formal; John King (Estados Unidos) expone una visión de los problemas de la traducción al inglés y la recepción internacional que tuvo la obra, especialmente en Estados Unidos y en el Reino Unido; cierra los trabajos Efraín Kristal (Perú) que indaga las fuentes biográficas y literarias en la obra. 
Una vez más, el texto ha sido revisado completamente por el autor, que ha considerado las nuevas normas dictadas por la Real Academia Española y la Asociación de Academias, además de eliminar las erratas perpetuadas en otras ediciones.

Completan el volumen una «Bibliografía» de referencia preparada por Miguel Ángel Rodríguez Rea y un «Glosario» de voces utilizadas en la novela acompañado de un «Índice onomástico» para ayudar a su lectura, que han preparado conjuntamente Agustín Panizo y Carlos Domínguez. 

Fuente: Real Academia Española.

La pesquisa de Don Frutos - ACTIVIDAD


1- Leer el cuento "La pesquisa de Don Frutos" del texto Cuentos policiales argentinos.

2- Buscar en el diccionario la definición adecuada para el texto de las palabras: Pesquisa, Sumariante, Peonada, Forastero y Gringo.

3- Algunos personajes, se van a dar cuentaa, usan un lecto propio de su condición social y de la zona gegráfica en la cual viven, esta forma de hablar en algunos casos difiere del lenguaje estandar o coloquial. Reescriban en este lenguaje "estandar" las siguientes frases.

a) "¿gusta un amargo?"     b) "Lo han achurao sin asco"  c) "tuito lo hacemo a la que te criaste nomás..."   e) "lo envuelven al finao"   f)  "el pobre no tiene a naides que lo llore..."  g) "te va a embromar la calor..."  g) "aqui vas a tener que aprender a tomarlo cimarrón..."

4) ¿Qué método utiliza el comisario para llevar adelante su investigación? ¿qué conocimientos posee para resolver sus casos? Justifiquen con citas del cuento.

5) Proponé tres adjetivos para describir las diferencias entre Frutos, Leiva y Arzásola. Justificá y explicá estas diferencias con situaciones concretas. ¿Cuál de estos personajes descubre el enigma?

6) Proponé una interpretación para la actitud del sumariante en el final del cuento.

LIBROS Y CUENTOS EN LA RED


Desde esta página podrán acceder a libros en formato electrónico que, en mi opinión, vale la pena leer. Algunos, como en el caso de "Sin novedad en el frente", de Erich M. Remarque, no son fáciles de encontrar en Internet (aunque es posible que otros tengan la misma idea que yo y entonces aparezcan en nuevos sitios).
Los cuentos siempre han sido de mi predilección porque, además de desarrollar una historia en pocas páginas, esta misma característica permite que sean leídos de un tirón. Dentro de este género literario, Guy de Maupassant siempre me impresionó por su destreza para describir sus personajes física y sicológicamente, sin perder la capacidad de síntesis.
Los "Cuentos de muerte y de sangre", primera obra de Ricardo Güiraldes, como dice él mismo "son en realidad anécdotas oídas y escritas por cariño a las cosas nuestras".
Velmiro Ayala Gauna es un escritor y periodista argentino, nacido en Corrientes, y que desarrolló su obra en Rosario de Santa Fe. Sus cuentos son el fiel reflejo de la manera de ser de sus coterráneos en la época en que fueron escritos.
Los botones de la izquierda abren un menú desplegable con el contenido de los libros de cada autor.
Esto es todo por el momento. Mi intención no es hacer una biblioteca electrónica, sino presentar una selección de las obras que me gustaron cuando las leí. Es posible que más adelante haya nuevos títulos, que se agregarán a los ya citados.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Julio Cortázar - Entrevista A fondo

Juan Rulfo - Entrevista a fondo

Entrevista a Jorge Luis Borges - Soler Serrano - Abril de 1980

Una vida mágica - La vida de Gabriel García Márquez - Rodrigo Castaño Va...

La escritura embrujada

Entrevista a Ernesto Sábato


jueves, 6 de septiembre de 2012

TEATRO



APUNTES DE LITERATURA ARGENTINA

 GRANDES OBRAS DE LA LITERATURA ARGENTINA 

El matadero
Argumento

El marco del relato se encuadra en los años posteriores a la Revolución de Mayo, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, en un matadero vacuno de la provincia de Buenos Aires. Más concretamente, el marco temporal se ubica en algún momento de la década de 1830, luego de la muerte de la esposa de Rosas, Encarnación Ezcurra, y durante la época de cuaresma.
El relato, que se basa en la descripción de la sociedad de la época, comienza con la descripción de un gran diluvio que duró 15 días y afectó la economía del país causando una crisis y la imposibilidad de utilizar el matadero en este período de tiempo, por lo que hubo falta de carne. Esta carencia, que iba acorde a los mandatos de la iglesia en lo referido a la abstinencia de carne, produjo una subida en los precios de los otros productos como aves y pescados, y la muerte de mucha gente. Sin embargo, aunque la iglesia dictó que no se debía comer carne bajo el pretexto del pecado, no fue igual de rígida con los gobernantes y el cuerpo religioso, lo que demuestra la hipocresía del gobierno y la iglesia. Echeverría narra que ante la crisis, Rosas "el Restaurador" envía una reducida cantidad de novillos al matadero, los cuales son recibidos con algarabía por la gente, que se pelea para conseguir comida y achuras. Entre uno de esos animales se encuentra un toro, que se escapa tras producir indirectamente la muerte de un niño que es rápidamente olvidada. El brioso ejemplar es perseguido por varios jinetes, que al final de una larga persecución logran atraparlo y matarlo. Luego de narrar la muerte del toro, entra en escena un joven que es identificado rápidamente como unitario por no llevar luto ni la divisa punzó. El mozo es atrapado y llevado a la casilla del juez del matadero, donde es interrogado y torturado por los federales. El unitario (personificación de Echeverría en el relato de ficción) se resiste manteniendo una actitud desafiante y digna ante las crueldades de los federales. Finalmente, en el momento en que lo pensaban torturar, el joven literalmente estalla de rabia, y muere heroicamente sin haber sido desmoralizado por la tortura, y luego de haber expresado sus pensamientos respecto del régimen federal.

Macrocosmos y microcosmos en El matadero

El texto El Matadero, elaborado por Esteban Echeverría entre 1838 y 1840 y publicado por primera vez por Gutiérrez en 1871 en la Revista del Río de la Plata, es asociado a distintos géneros de la literatura de la época, como la naturaleza periodística literaria que presentaban los artículos de las revistas francesas, el espíritu reformador de los cuadros de costumbres de Larra y el espíritu rompedor del movimiento romántico europeo, por lo cual, representa el periodo romántico argentino. Por otra parte, la obra de Echeverría es considerada también el primer cuento realista del Río de la Plata.
Por lo que hace al contexto histórico, el relato se centra en el momento inmediato posterior a la emancipación americana, momento en que reina el caos en Argentina. La situación, plantea el conflicto de la polarización del estado argentino en dos partidos: el partido Federal y el Unitario. El partido federalista, apoyados por el peso político de la capital Buenos Aires y por los núcleos rurales, gobernó Argentina liderados por el gobernador Rosas. Este grupo, apoyó un gobierno federal basándose en el modelo confederacional de los Estados Unidos, cuyas leyes y derechos fueran distributivamente igual en todas las regiones del estado. En cuanto a los Unitarios, estos preferían el modelo europeo y procuraban para el estado, a diferencia de los federales, un gobierno unitario y centralista, inspirado por los ilustrados de la época y apoyado por las grandes élites. Por otro lado, también existe la figura del gaucho argentino, individuo independiente que trabajaba con las haciendas y estaba apoyado por los federalistas.
Contando con estos datos y teniendo en cuenta la bipolaridad de ideologías que convivían en Argentina durante el siglo XIX, no es difícil deducir los conflictos y la crispación que se vivían por aquel entonces. Fueron estos hechos los que motivaron e inspiraron a Esteban Echevarría en la realización de su obra.
La trama argumental de la obra, texto híbrido de clara intención didáctica y evidente naturalismo, pretende crear conciencia –por medio de recursos fundamentales como la ironía (lítote), el sarcasmo (humor para desarrollar una función social), la crudeza en representar el realismo, y la exageración de los detalles– a la sociedad, y demostrar el derecho de justicia.
En el texto, el autor responde a la necesidad de crear paralelismo entre dos espacios o mundos, microcosmos y macrocosmos, a partir de los cuales sugiere importantes ideas dentro del relato que asocia, por medio de símbolos e imágenes, a la situación dramática del estado argentino.
En lo que corresponde al microcosmos y macrocosmos alegórico que se muestra implícito en el texto, de lo general a lo concreto, el autor escogió, para su obra, un espacio situado a las afueras de la urbe, un espacio fronterizo, un “no-espacio”, en el cual situó el Matadero de la Convalecencia o del Alto. El matadero es un escenario que por su naturaleza ya connota ideas y sensaciones más próximas a la barbarie que a lo civilizado: en él, conviven personas y animales y su única función es matar el ganado, como propiamente cita su nombre. El matarife del matadero, Matasiete, es el personaje que puede decidir en el lugar, tiene el poder de dictaminar vida o muerte. Este individuo representa la figura del gaucho matrero, ciudadano clasificado jerárquicamente en bajo nivel social, personajes de los cuales el gobierno federalista se sirvió para mantenerse en la cumbre del poder. De tal modo, plantea un paisaje que corresponde al país argentino según Echeverría, la Argentina bajo el dominio del Restaurador Rosas, por lo que puede relacionarse la figura del gobernador a la del matadero.
También, las fuertes lluvias torrenciales que arrasan por completo el lugar narrado, inundando caminos, pantanos, las calles de entrada y salida de la ciudad; ejemplifican, de un modo indirecto, el tormentoso vivir que soportaba la sociedad argentina por aquel entonces: “[…] aguas que venían buscando su cauce y las hizo correr hinchadas por sobre campos, terraplenes, arboledas, caseríos, y extenderse como un lago inmenso por todas las bajas tierras.”
Por otra parte, en el relato aparecen diversas figuras que también simbolizan elementos propios de la sociedad que critica. Es el caso de un grupo de personajes, como el toro que se escapa embravecido cuando lo van a matar, el joven muchacho que acaba falleciendo en el matadero y las cincuenta reses que matan para ser comidas, que el autor atañe a la figura del unitario, personaje no correspondido con la vida que le ha tocado y que no se encuentra en el lugar en que debiere estar: la sociedad está en deuda con él. Viene a ser un espacio sin salida para sus víctimas.
Es necesario recalcar que Echeverría descubre notoriamente su posición totalmente anticlerical. El autor reprocha a la iglesia y su modo de hacer las cosas, la cual se basa exclusivamente en el propio beneficio. Satiriza la imagen que tiene el poder eclesiástico en Argentina y se opone a sus valores jugando a crear humor con sus palabras: “¡Cosa extraña que haya estómagos privilegiados y estómagos sujetos a leyes inviolables y que la iglesia tenga la llave de los estómagos! / “Pero no es extraño, supuesto que el diablo con la carne suele meterse en el cuerpo y que la iglesia tiene el poder de conjurarlo…”.
En un ámbito más concreto, podemos hablar del símbolo de la mazorca y el de la mujer del Restaurador Rosas, la “heroína doña Encarnación Ezcurra”. Son dos elementos que van unidos: la mazorca (calambur de “más horca”) es el órgano opresor que llevaban a cabo los rosistas para mantener el orden en Argentina. Este organismo fue empadronado por la esposa del dictador, a la cual los federales otorgan grandes alabanzas y elogios aún después de muerta, como aparece en el texto de Echeverría: “Viva la Federación”, “Viva El restaurador y la heroína Encarnación Ezcurra”, “Mueran los salvajes unitarios”. Como no es difícil suponer al leerse el texto, el personaje antagonista de la sociedad que se plantea, el joven unitario que acaba muriendo a manos de los federales, personifica la civilización, la intelectualidad, la poca ilustración que aun se mantiene en pie en Argentina.
En suma, el juego que realiza Esteban Echeverría en la composición de su obra, extrapolando las imágenes e ideas que aparecen en el relato a la inestable y desastrosa situación que soporta el país argentino, pretende establecer la función social didáctica de crear conciencia al lector de tan grotesco escenario, del cual no se puede evadir.

Martín Fierro

Martín Fierro es un poema narrativo de José Hernández, obra literaria considerada ejemplar del género gauchesco en Argentina y Uruguay. Se publicó en 1872 con el título El Gaucho Martín Fierro, y su continuación, La vuelta de Martín Fierro, apareció en 1879.
 Narra el carácter independiente, heroico y sacrificado del gaucho. El poema es, en parte, una protesta en contra de las tendencias europeas y modernas del presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento.

Aquí me pongo a cantar,
al compás de la vigüela
que al hombre que lo desvela
una pena estrordinaria,
como el ave solitaria
con el cantar se consuela.

José Hernández, primera estrofa del Martín Fierro.

Leopoldo Lugones, en su obra literaria El payador calificó a este poema como "el libro nacional de los argentinos" y reconoció al gaucho su calidad de genuino representante del país, emblema de la argentinidad. Para Ricardo Rojas representaba el clásico argentino por antonomasia. El gaucho dejaba de ser un hombre "fuera de la ley" para convertirse en héroe nacional. Leopoldo Marechal, en un ensayo titulado Simbolismos del "Martín Fierro" le buscó una clave alegórica. José María Rosa vio en el "Martín Fierro" una interpretación de la historia argentina.
Este libro ha aparecido literalmente en cientos de ediciones y fue traducido a más de 70 idiomas. La última fue al Quichua, tras nueve años de trabajo, por Don Sixto Palavecino y Gabriel Conti.

Contenido

1 Argumento 
2 Existencia histórica del personaje llamado Martín Fierro 
3 Adaptaciones 

Argumento

En El Gaucho Martin Fierro, el protagonista es un gaucho reclutado para servir en un fortín, defendiendo la frontera argentina contra los indígenas. Su vida de pobreza en las pampas es – algo muy frecuente en la literatura de la época – romantizada; sus experiencias militares no lo son. Después Fierro se convierte en un fugitivo perseguido por la policía. Estando en batalla contra ellos, consigue un compañero: el Sargento Cruz, que inspirado por la valentía de Fierro se une a él en medio de una batalla. Ambos se ponen en camino para vivir entre los indios, esperando encontrar allí una vida mejor. Así, concluyendo en que es mejor vivir con los salvajes que en lo que la 'civilización' les preparaba, termina la primera parte publicada en 1872 con el título El gaucho Martín Fierro.

El que maneja las bolas,
el que sabe echar un pial
o sentarse en un bagual
sin miedo de que lo baje,
entre los mesmos salvajes
no puede pasarlo mal.

José Hernández, Martín Fierro

En su continuación, La vuelta de Martín Fierro, escrita varios años después y con el autor en una situación diferente, el perfil ideológico cambia y se aconseja al gaucho adaptarse a la civilización que antes se había despreciado.

Existencia histórica del personaje llamado Martín Fierro 

Aún se especula si existió efectivamente un gaucho llamado Martín Fierro en el pago y hacia el tiempo en que Hernández sitúa su poema-novela, algunos aducen que efectivamente por la zona del Tuyú e incluso de la entonces llamada Lobería Grande (actual ciudad de Mar del Plata) lugar en donde los Hernández llegaron a poseer una estancia y donde el autor pasó gran parte de su niñez y juventud, vivió un gaucho "matrero" (rebelde) con ese nombre y ese apellido (bastante comunes).
La mayoría de los críticos literarios y gran parte de los historiadores sin embargo suponen al personaje del poema como un sujeto ideal y paradigmático de los gauchos hasta los años 1880, téngase en cuenta que el gaucho Don Segundo Sombra existió realmente más allá de su literaturización; en todo caso en la Costa Atlántica bonaerense, entre los cardales, dunas y, sobre todo, los densos bosquecillos de curru mamil que se encontraban en torno a la que luego sería Mar del Plata; está documentado, sobre todo tras la batalla de Caseros y en tiempos de la Guerra de la Triple Alianza, se refugiaban muchos gauchos tenidos por "vagos" (sin papeleta de "conchabo") y "malentretenidos".

Adaptaciones

En el año 2007, en el marco de la Feria del Libro de Buenos Aires, el Museo del Dibujo y la Ilustración presentó su muestra "Martín Fierro: Contrapunto y algo más"; en la cual se podía apreciar la visión de los ilustradores sobre los hechos relatados por José Hernandez. En la misma se expusieron originales realizados para las diferentes ediciones de Martín Fierro. Se exhibieron obras de Adolfo Belloc, Carlos Alonso, Juan Carlos Castagnino, Aida Carballo, Norberto Onofrio, Eleodoro Marenco y otros 20 artistas.

Don Segundo Sombra

Don Segundo Sombra es una novela rural argentina de Ricardo Güiraldes que a diferencia del poema "Martín Fierro" de José Hernández no reivindica socialmente al gaucho, sino que lo evoca como personaje legendario ("sombra"), en un tono elegíaco.
El título del libro, escrito por un estanciero (R. Güiraldes) es sintomático, si no fuera por el tratamiento respetuoso de Don (derivado del latín Domini = dueño, señor).
En efecto "Segundo Sombra" parece sugerir a un subalterno, si bien la prelación respetuosa con el tratamiento de Don contrapesa (quizás sin que Güiraldes fuera consciente de ello) la subalternidad, señala a un gaucho que por mantener su axiología, sus principios, resulta superior a la axiología burguesa. Ricardo Güiraldes aprende en una especie de viaje iniciático lo que es el valor, el honor, la lealtad (que desde otra perspectiva puede mal interpretarse como subalternidad), el respeto al prójimo (todo esto, amenizado en el libro con descripciones. La novela fue publicada en 1926, está escrita narrativamente en primera persona.

Contenido

1 Ricardo Güiraldes 
2 Análisis de "Don Segundo Sombra" 
3 El tiempo, en la novela 
4 Fabio, el discípulo 
5 Don Segundo Sombra, un maestro 
6 El lenguaje 
7 Conclusión 
8 Bibliografía 

Ricardo Güiraldes

Es hijo de una familia rica de la aristocracia vernácula. Nació en 1886 y murió en 1927. Repartió su existencia entre viajes a Europa y su pago, San Antonio de Areco. En 1887 fue con sus padres a París y allí viviría sus primeros años, en inicial contacto con autores franceses y alemanes. La mayor parte de la adolescencia, la pasaría en la estancia paterna, "La Porteña", en cuyo ámbito y en buena medida, habría de mover a sus personajes literarios. En la ciudad de Buenos Aires iniciaría dos carreras universitarias que no habría de concluir, arquitectura y derecho. En 1910 regresaría a París, donde comenzaría a escribir cuentos y poemas. Entre estos trabajos primerizos se hallaría la novela "Raucho", que lleva el nombre del personaje principal. Que, al igual que su autor, reparte su vida entre el campo y París. Acabando finalmente por un regreso a la estancia donde siente que "su chiripá, se había envilecido en el polvo de los caminos extranjeros".
Esta disyuntiva entre la vida de campo y la intelectual, desarrollada en ámbitos urbanos, se ha de mostrar, también, en "Don Segundo Sombra". Fabio Cáceres, el pequeño resero del comienzo, al igual que el protagonista de Raucho, se ha de transformar, al finalizar la novela en un hombre cultivado que, en ningún momento pretenderá disimular la satisfacción honda y sentida que continúa encontrando en la vida rústicamente rural.

Análisis de "Don Segundo Sombra"

Esta novela, publicada en San Antonio De Areco en 1926, representa la más destacada tentativa de su autor en el propósito de renovación de la literatura gauchesca, y constituye, al mismo tiempo, una de las más prominentes muestras de la novela nacional del siglo XX. Destaquemos que el principal personaje fue tomado por el autor de un paisano real, de nombre Segundo Ramírez. La descripción que hace de Don Segundo, coincide en un todo, con la foto que se conserva del homónimo Ramírez. "El pecho era vasto, las coyunturas huesudas como las de un potro, los pies cortos con un empeine a lo galleta, las manos gruesas y cuerudas como cascarón de peludo. Su tez aindiada, sus ojos ligeramente levantados hacia las sienes y pequeños. Para conversar mejor habíase echado atrás el chambergo de ala escasa, descubriendo un flequillo cortado como crin a la altura de las cejas".
A lo largo de la obra, la novela recoge las experiencias del autor en los pagos de San Antonio de Areco. Sin embargo, el trabajo no aspira a tener un carácter realista o presentador de costumbres, sino que, desde la perspectiva del narrador -el mocito Fabio Cáceres- se propone desenvolver el desarrollo espiritual y físico de un adolescente que madura y se va haciendo hombre a la vera de un gaucho cabal. Así, es Fabio el que tiene a su cargo el relato en primera persona y quien va narrando a través del tiempo los momentos de su infancia de huérfano en casa de sus tías, hasta la inesperada conversión final en un hombre que es sorprendido por la no esperada herencia de una considerable fortuna. El punto de partida es el inicio de esa morosa evocación, lo que lleva al libro a confundirse con una suave nostalgia, a veces elegíaca y dolorosa, ante la pérdida de una vida libre, cariñosa y feliz, al lado del taciturno Don Segundo. Los dos personajes principales, el gaucho viejo, curtido y silencioso, y el joven peoncito que ve en Don Segundo a "su padrino", constituyen una pareja que se desenvuelve ante nuestra mirada en un tiempo ya transcurrido, desde la ciega admiración del muchacho que a instancias de su tutor, se va "haciendo duro". Don Segundo, mágicamente, se transforma ante el lector en una visión viva, idealizada y mítica, como si perteneciera a un pretérito perdido irrevocablemente.

El tiempo, en la novela

Hacia el final, Fabio Cáceres recuerda los últimos tres años en que de simple gaucho resero se transformó en patrón de los bienes insospechadamente heredados. Se encuentra frente a una laguna y sospecha que se aproxima el momento más triste de su vida, el del definitivo alejamiento de su "padrino". Cerca del agua rememora el hilo de la síntesis de los tiempos anteriores...
"Está visto que en mi vida el agua es como un espejo en que desfilan las imágenes del pasado. A orillas de un arroyo resumí antaño mi niñez. Dando de beber a mi caballo en la picada de un río, revisé cinco años de andanzas gauchas. Por último, sentado sobre la pequeña barranca de una laguna, en mis posesiones, consultaba mentalmente mi diario de patrón".
Tales períodos a que se refiere Fabio pueden distribuirse y sintetizarse en el siguiente esquema. En primer lugar, los recuerdos del huérfano de catorce años. Luego, los días de aprendizaje de las tareas de arreo y de doma, con la ayuda de Don Segundo. Momentos de la vida luchada en el campo bajo la vigilancia del que ha venido a ser su amado padrastro. Y por último, en la evocación, el desenlace de la separación definitiva.
El tiempo presente se une al pasado y el lector es sumido imperceptiblemente en la nostalgia rememorativa. Con lo cual se acentúa el lirismo "elegíaco" que se alterna con los momentos felices y despreocupados que resplandecen en el libro.

Fabio, el discípulo

Hay momentos en que Fabio evoca los singulares días de su infancia y va reconociendo su transformación en gaucho; su indumentaria y la posesión de su caballo, son un testimonio. La metamorfosis es atribuida a Don Segundo, que en el término de cinco años ha hecho de él un hombre. Guiándolo en el conocimiento de las tareas rurales, como resero, baquiano y domador. Pero el aprendizaje no se cierra en lo material. Se amplifica moral y espiritualmente en la formación de un carácter y de una límpida conducta hacia la vida. Alcanzándole "resistencia y entereza en la lucha", "fatalismo en aceptar sin rezongos lo sucedido", "fuerza moral ante las aventuras sentimentales", "desconfianza para con las mujeres y la bebida", la alerta y "la prudencia entre los forasteros"...y "la fe en los amigos".
Así vemos como se superponen en un ensamble conmovedor la formación de un hombre útil y de provecho y la conformación de una personalidad moralmente cabal.Y bien se ve que esta conjunción prodigiosa no ha de trastabillar cuando Fabio, ineluctablemente atado a los bienes que ha heredado, y ya habiendo resuelto ser un hombre cultivado, presiente con desgarro que no logrará retener a su vera a su maestro, que, como lo sabe bien el alumno, es "un espíritu anárquico y solitario".

Don Segundo Sombra, un maestro

Desde el primer encuentro Fabio lo pinta como un fantasma o "sombra" huidiza. "Me pareció haber visto un fantasma, una sombra, algo que pasa y es más una idea que un ser..." Esa admiración incondicional del primer encuentro se acentuará cuando la vida de Fabio comience a transitar junto a la del gaucho.
El apellido de Don Segundo da una clave para ubicarlo en la mente de Fabio. Y también en la de Ricardo Güiraldes. Estamos ante un gaucho idealizado, suma de todas las virtudes del hombre rural en su "esencialidad". Aunque debemos señalar que los críticos literarios de la izquierda argentina, no vacilarán en decir, con dictámenes sociológicos dignos de análisis, que Don Segundo es la visión nostálgica y elegíaca de los hacendados oligárquicos, separados, tanto en la realidad, como en la literatura gauchesca, de un personaje combativo, luchador, reivindicativo, como Martín Fierro . Ante la obra santificada por Lugones, el mismo Borges ha sostenido, siempre, una actitud de significación personal ambivalente. Desde no considerar al poema como la máxima obra nacional, hasta la sentencia irónica de su paradoja de que, al fin de cuentas, Fierro es un gaucho desertor y "homicida".
Un aporte merecedor de estima en el orden de estas polémicas ideológicas, es suministrado por Ernesto Sabato. Dice, en relación con la crítica marxista: "Un crítico de izquierda, que pretende utilizar a Marx como maestro, sostiene que el Don Segundo Sombra de Güiraldes no existe, que es apenas la visión que un estanciero tiene del antiguo gaucho de la provincia de Buenos Aires; lo que es más o menos como acusar a Homero de falsificador, porque exhaustivos registros llevados a cabo en las montañas calabresas y sicilianas no han dado con un solo cíclope".
La sociología de la literatura muestra -empero-, con todos los cuidados que se deben tener, que en toda valoración de una obra literaria las ideologías, sociales, políticas y económicas, no pueden dejar de alguna manera de estar presentes.

El lenguaje

La novela está escrita en un lenguaje llano y con frecuencia, especialmente en los diálogos, con regionalismos gauchescos de la llanura argentina. El vocabulario está cargado de palabras frecuentes en Argentina, y, sobre todo, en la vida campesina de la provincia de Buenos Aires. Una buena edición de esta obra, como ya mencionaremos y tal como acontece en gran parte de la literatura gauchesca, hace indispensable un glosario. El brillo chispeante y pintoresco de los hombres de campo es así uno de los atractivos que atrapan y dan verosimilitud al texto.
Pero a pesar de lo que acabamos de decir, la voz del poeta que fue Ricardo Güiraldes, aquí y allá se hace escuchar con hallazgos de recursos literarios que matizan líricamente las páginas. Veamos:"En la pampa las impresiones son rápidas, espasmódicas, para luego borrarse en la amplitud del ambiente, sin dejar huella". Hay hallazgos relevantes en ciertas comparaciones:"El sueño cayó sobre mí como una parva sobre un chingolo". En alguna sinestesia: "Las aguas hiciéronse frías a mis ojos". Las comparaciones harto expresivas en momentos conmovedores:"Me fui, como quien se desangra". Imágenes y metáforas para el paisaje:"Una luz fresca chorreaba de oro el campo".O...:"En derredor, los pastizales renacían en silencio, chispeantes de rocío."
Son frecuentes los argentinismos."Para las casas"...O los diminutivos de uso harto frecuente en nuestro medio urbano o rural: "al ratito", "no era sino un resplandorcito"...
De este modo confluyen en el autor su formación estrictamente literaria, que incursionó primeramente en la poesía, y el tono gauchesco del hombre de estancia que ama las cosas de su tierra. En su estilo etán bien captadas todas las reticencias del paisano, en ironías,en bromas, en pícaras sugerencias, en comparaciones que animizan seres y cosas.

Conclusión

La obra es una pintura de nuestro campo; tal vez, del que fue y ya no es de este modo, exactamente. El resero o tropero, aquí y en todas las grandes llanuras del planeta, ha sido suplido por los transportes-jaulas mecanizados, tal como otrora el muy arcaico arado de una sola reja tirado por bueyes, por un tractor. Y el transporte de la hacienda por camiones y trenes. Las inclemencias del tiempo que azotaban a los animales y a los jinetes en campo abierto, ya son cosa de la historia. El poncho amigo que defendía de los temporales forma parte de un atuendo acaso decorativo.
Así como en "Martín Fierro" la amistad entre el sargento Cruz y Fierro es un símbolo emblemático del culto a este compartido sentimiento argentino, al decir de Borges, en "Don Segundo Sombra" el centro temático ha de ser el vínculo viril entre un gaucho inteligente, serio, callado y un muchacho "guacho" hambriento de paternidad. Fabio Cáceres, el hijo no reconocido por su padre y abandonado al cuidado de "unas tías".
Con esta obra se clausura de modo brillante, en el siglo XX, el ciclo de la literatura gauchesca iniciado en el XIX. "Facundo", de Sarmiento, tal vez la mejor prosa de este último centenar de años o, por qué no, de toda la literatura argentina -tal es un parecer de Borges- pintará el conflicto entre civilización y barbarie. En tanto que "Martín Fierro" nos diseñará la figura desdichada del gaucho del período posterior a Rosas, perseguido, olvidado y con frecuencia tenido en menos. Conociendo a Hernández y sus limitaciones, no puede dejar de apreciarse -como lúcidamente descubriera Lugones- una obra genial en nuestro supremo poema gauchesco. Estas grandes obras, las de Güiraldes, Sarmiento, Hernández, están tocadas por una especial musa inspiradora.
Ángel Mazzei, en un estudio preliminar a una edición de "Don Segundo Sombra", ha dicho:"...es, ante todo, una obra donde el acierto de la concepción se une, plenamente, al de la ejecución.Hay creaciones donde la realización de la forma parece superior a su materia; otras demuestran un desajuste irreparable entre el propósito y el logro; Güiraldes logró la máxima aproximación entre su proyecto de novela y la novela misma".(Estudio preliminar a "Don Segundo Sombra", de Ricardo Güiraldes, Editorial Kapelusz,Buenos Aires, 1978)
La ciudad de Buenos Aires ha sido curiosamente parca en monumentos y homenajes al autor de la novela que analizamos. Tan sólo dos cuadras de un modesto pasaje, en Villa Lugano, entre Zuviría y Santander, se llama Ricardo Güiraldes. Y el monumento al "resero" en la plazoleta ubicada en el ancestral Mercado de Liniers, en Mataderos, en Avenida de los Corrales y Lisandro de la Torre. Lugar éste de una consagrada feria gauchesca de reunión dominical, acompañada de festivales. En conjunto, un centro de atracción para los vecinos y para personas movidas por apetitos turísticos. También existe la plaza "Don Segundo Sombra" en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más precisamente en el barrio de Flores, ubicada en la calle Santander, rodeada de las calles Nepper, Carlos Ortiz, Alonso Rodríguez, Juan Del Castillo y Aroma.

El juguete rabioso

El juguete rabioso es la primera novela del escritor Roberto Arlt –marcadamente autobiográfica- publicada en el año 1926 por la Editorial Latina. Sus manuscritos datan de la década de 1920 y fueron bosquejados por Arlt en las Sierras de Córdoba, en una época en la cual su mujer, Carmen, atacada por una complicada tuberculosis, debe instalarse en esas geografías para intentar una difícil mejoría. Arlt, en tanto acompaña a su esposa e invierte una considerable suma de dinero en negocios que no fructifican, hace nacer a El Juguete Rabioso.
Ya de regreso en Buenos Aires, Arlt trata de publicar esta novela en la colección "Los Nuevos", de la editorial Claridad, pero a Elías Castelnuovo, asesor de la colección, no le gusta el libro. Es entonces cuando los azares del destino lo acercan a Ricardo Güiraldes, quien, luego de escuchar las lecturas del libro, alienta a Arlt a continuar buscando editorial, en tanto le da trabajo de secretario.

Contenido

1 Argumento 
2 Estructura y otros detalles 
3 Véase también 
4 Enlaces externos 

Argumento

Silvio Astier, protagonista de la obra, es un adolescente humillado por una atroz pobreza de la cual lucha por escapar. Mientras lo intenta, no logra más que tropiezos y desventuras que lo sumergen, lentamente, en los suburbios de un oscuro pesimismo. Rodeado de personajes ruines y de situaciones entre absurdas y desesperadas, resiste los caprichos y las intolerancias de sus semejantes, sin alcanzar nunca un mínimo atisbo de mejoría en su situación dentro de la sociedad. Finalmente, la trama lo conduce a la decisión de suicidarse, proyecto que también ve frustrado, por lo que se convierte a sí mismo en una suerte de “muerto en vida”, renunciando a su lucha y alejándose a través de una traición en apariencia contradictoria. De modo que, ante el fracaso de todos sus proyectos, decide reemplazar su deseo económico por el de venganza; humillando, por el sendero de la violencia, a ese mundo del cual nunca pudo ser parte. Una frase de Astier quizá sirva para comprender con mayor claridad sus sentimientos: «El recuerdo, semejante a un diente podrido, estaría en mí, y su hedor me enturbiaría todas las fragancias de la tierra, pero a medida que ubicaba el hecho en la distancia, mi perversidad encontraba interesante la infamia». Y al amigo nunca más lo volvio a ver y nunca más volvió a trabajar.

Estructura y otros detalles

Pareciera ser la más autobiográfica de sus obras. El denominador común es el fracaso invariable de Astier, su protagonista, en la concreción de cualquiera de los proyectos que emprende. La obra está estructurada en cuatro partes, a saber:

Los ladrones 
Aquí el protagonista intenta conformar una suerte de “Club” con la idea de efectuar robos en el barrio. Nada funciona como es debido y el club se disuelve sin beneficio alguno.

Los trabajos y los días 
En esta etapa, Astier es empleado en una librería y luego de producir un incendio intencionadamente, fracasa y debe huir.

El juguete rabioso 
El protagonista decide ingresar en la Escuela de Aviación como aprendiz y es expulsado luego de una serie de idas y vueltas. El capítulo culmina con el intento de suicidio de Astier.

Judas Iscariote 
Silvio Astier, ya hombre de mayor edad, entabla amistad con un cuidador de carros muy humilde, en el barrio de Flores. Traman un robo al que, finalmente, Astier frustra delatando a su compañero.

Los siete locos

Los siete locos es una novela del escritor argentino Roberto Arlt editada en el mes de octubre de 1929. En la misma se desarrollan algunos de los problemas planteados por el existencialismo filosófico. Las cuestiones morales, la soledad, la angustia ante el sin sentido de la vida y la desolación de la muerte son temas recurrentes en la arquitectura metafísica de sus protagonistas. Es una obra de lúcida crítica social a la Argentina de los años 30. Los siete locos culmina con Los lanzallamas, novela que Arlt editaría en 1931.

Argumento 

El protagonista, Remo Augusto Erdosain, desesperado ante la falta de dinero y perspectivas se une a una sociedad secreta que pretende trocar el orden social imperante a través de una cruel y terrible revolución social ideada por uno de los personajes más potentes creados alguna vez por la literatura argentina: El Astrólogo. Tal revuelta sería financiada por una red de burdeles distribuidos por toda la Argentina bajo la administración de el Rufián Melancólico.
Erdosain, ser metafísico hasta la médula, es también un inventor fracasado obsesionado por su “Rosa de Cobre”, proyecto que nos informa tímidamente a través de los capítulos de la obra pero que, víctima de una perdurable abulia, jamás puede concretar. Es, a todas luces, un invento estéril (casi poético), carente de cualquier utilidad que no sea una dudosa estética; no obstante Arlt parece utilizarla en Erdosain como último resabio de esperanza ante el vacío, la inutilidad de la vida y el desamparo que su protagonista siente de contínuo. En términos generales, el sinsentido del mundo tal como está organizado, tiñe la percepción y conciencia que cada uno de sus personajes se hacen de él, llevándolos a extremos delirantes y temibles.
Los Siete Locos está plagada de monólogos interiores que conllevan a sus protagonistas a reflexiones disparatadas y lúcidas por igual, en donde se plantea la locura absoluta de la sociedad, la crueldad del capitalismo, la frialdad de la industria y sus máquinas tecnológicas, contrastando a éstas últimas con la endeblez y fragilidad del hombre mortal que las crea. Incursiona así en tribulaciones metafísicas de orden universal que por lo tanto siguen vigentes. Muchos han señalado en esta obra y en su sucesora la influencia del ruso Fedor Dostoievski, al punto de apodar a Arlt "el Dostoievski porteño".

Facundo

“Como casi todos los textos de Sarmiento, Facundo responde a una circunstancia precisa e inmediata; como casi todos ellos, también la trasciende, ampliando la motivación concreta”. Así describen en sus apuntes Zanetti y Pontieri el proyecto y propósito del Facundo de Sarmiento. Este libro, que comenzó a publicarse como folletín el 1° de mayo de 1845 en Chile tiene tres objetivos principales, que pueden reunirse en:
•  explicar la problemática de la realidad nacional de acuerdo al orden histórico, geográfico y social, estudiando la vida de Quiroga para comprender el gobierno de Rosas,
•  remarcar la poca atención y la crítica que el país recibe por parte de Europa,
•  movilizar al lector a la acción, incentivarlo a un proyecto de progreso que lo saque de la oscuridad en la que vive.
Además, Sarmiento relata en esta obra una historia que entrelaza tres conceptos fundamentales: Facundo Quiroga, Juan Manuel de Rosas y el país de los argentinos. A Facundo le corresponde una biografía no cronológica ni completa, sino mas bien una basada en hechos y anécdotas que permiten resaltar sus características; a Rosas, una permanente crítica a su persona, su gobierno y sus actos; a la Argentina, un análisis de su situación desde el plano político y social.
Ya desde la introducción, Facundo aparece en su máxima expresión: una “sombra terrible” a la que se evoca, a la que se pide respuestas por el presente dramático. Más adelante, bajo el sobrenombre del `Tigre de los Llanos', se muestran sus características salvajes y dominantes que infunden miedo a la gente. Cerca de su muerte se percibe una `transformación' en la conducta de Facundo en Buenos Aires: aparece más tranquilo y educado, con modales de señor y preferencias europeas (que se notan en su forma de vestir y de vivir, por ejemplo). Sin embargo, en Barranca-Yaco y la campaña reaparece su violencia y salvajismo. 
En la introducción se plantea a Facundo como un fantasma inmortal, un ser que, aunque muerto, sigue vivo en el recuerdo popular, casi mistificado y eterno. A él se recurre frente a la necesidad de soluciones (“te levantes a explicarnos [...] de un noble pueblo”) y a él se lo compara, irónicamente, con la figura de Rosas (“... su heredero, su complemento”). Este Facundo ha tenido una muerte muy violenta y sangrienta (“sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas” y “trágica muerte”) que Sarmiento explica detalladamente en el capítulo XIII `¡Barranca-Yaco!'. Las primeras características que se le atribuyen a Facundo son el instinto, la tendencia, la iniciación, a diferencia del “sistema, efecto y fin” de Rosas. Luego de tildarlo de bárbaro, provinciano, valiente y audaz, Sarmiento explica que Facundo fue lo que fue “no por un accidente de su carácter, sino por antecedentes inevitables y ajenos de su voluntad”, que lo convirtieron en “una manifestación de la vida argentina”, en “el tipo más ingenuo del carácter de la guerra civil de la República Argentina; la figura más americana que la revolución presenta”. 
El capítulo V `Vida de Facundo Quiroga' comienza con un relato anecdótico del acecho de un tigre muy temido a un gaucho que escapaba por las tierras de San Luis y San Juan. Este gaucho es Facundo, y él mismo cuenta la anécdota a unos oficiales. Es en este capítulo en el único que se deja ver el miedo de Facundo, que durante toda su vida se presenta con una temeridad apasionante: “Entonces supe lo que era tener miedo”, confiesa, frente al peligro que fue que le tigre casi lo matara. Si bien, como ya se dijo, esto es una mera anécdota, la permite a Sarmiento introducir el apodo que recibe Facundo en vida: el `Tigre de los Llanos'. Sarmiento comienza así una descripción física de Facundo (caracterología) en la que constantemente remarcará la apariencia sombría de su cara y, por extensión, sombría y misteriosa de su persona. Con la visión cientificista de la época, Sarmiento establece la posibilidad de la existencia de semejanzas entre el tigre y Facundo, influenciada por el ambiente, o sea, el campo y la naturaleza salvaje. Más tarde se agrega otra anécdota en la vida de Facundo: de pequeño y en la escuela, golpea a su maestro que lo “quiere mal” y se escapa y esconde por tres días. Otra vez, Sarmiento no la escoge al azar, sino para luego poder dar su opinión de la imagen que él quiere dar de Facundo (“¿No es ya el caudillo que va a desafiar, más tarde, a la sociedad entera?”). Durante todo este capítulo se describen muchos aspectos de la vida de Facundo: sus vicios, su violencia, su malhumor, su responsabilidad y, sobre todo, su incapacidad para soportar la disciplina. Facundo “se sentía llamado a mandar, a surgir de un golpe, a crearse él solo, a despecho de la sociedad civilizada y en hostilidad con ella”, lo que bien le prodiga la caracterización de Sarmiento del “gaucho malo” (“Este hombre divorciado con la sociedad [...] que habitan las poblaciones”). Todo este retrato que Sarmiento hace de Facundo está enmarcado por el respeto y la admiración que éste le genera, como se advierte cuando dice: “en todos sus actos, mostrábase el hombre bestia aún, sin ser por eso estúpido y sin carecer de elevación de miras”. De esta manera, Facundo queda caracterizado como astuto pero bestia (como Rosas); con esta astucia es que se impone a los ignorantes y a la gente vulgar: el miedo, el terror y la violencia son su forma de gobierno. 
En el capítulo XIII `¡Barranca-Yaco!' se muestra a un Facundo con un poder total sobre ocho provincias del interior, en donde es importante y, por lo tanto, peligroso enemigo de Rosas, con su poderío establecido en Buenos Aires. Este Facundo, una vez que se muda al `territorio de Rosas' sufre una especie de metamorfosis, que lo lleva a comportarse de una manera mesurada, con un aire “noble e imponente”. En la ciudad, “compra seiscientos mil pesos de fondos públicos; juega a la alta y baja; habla con desprecio de Rosas”. Facundo mantiene dentro suyo su espíritu dominante, sin embargo sabe que en Buenos Aires su influencia no es la misma que en el interior, por lo que controla sus actos. 
Cuando en diciembre de 1835 se le pide a Facundo que intervenga en las enemistades de algunas provincias, debe abandonar Buenos Aires, y se despide de ella con un saludo casi profético: “Si salgo bien - dice, agitando la mano - te volveré a ver; si no, ¡adiós para siempre!”. Así parte, y a la media jornada de trayecto , ya en el campo, su ambiente verdadero, Facundo se `transforma' frente a dificultades que se presentan: “la brutalidad y el terror vuelven a aparecer desde que se halla en el campo, en medio de aquella naturaleza y de aquella sociedad semibárbara”. Al llegar a Córdoba, le advierten que está todo preparado para asesinarlo, que le conviene volver por el camino de Cuyo, con una gran custodia. Desoyendo esto, continúa su camino, “lima las asperezas” entre las provincias y comienza su retorno por el camino de Córdoba. Ya de vuelta le reiteran el boicot que lo va a matar (a él y a la gente que con él estaba). Sin embargo, y sacando a relucir su temeridad y desafío a la muerte, continúa su marcha (“No ha nacido todavía[...] sin cuidado”). En Barranca-Yaco muere Facundo, asesinado de un balazo en el ojo. 
Sarmiento, con un dejo de ironía, acusa a Rosas de ser el autor intelectual del crimen de Quiroga. Sin embargo, dice: “La historia imparcial espera, todavía, datos y relaciones para señalar con su dedo, al instigador de los asesinos...”.
“...Rosas, su heredero, su complemento: su alma (la de Facundo) ha pasado a este otro molde, más acabado, más perfecto; y lo que en él (en Quiroga) era solo instinto, iniciación, tendencia, convirtióse en Rosas en sistema, efecto y fin”. 
Esta es la primera alusión a Rosas en Facundo: es claramente una ironía y una crítica, lo que va a reflejarse a lo largo de todo el texto. Es también un discurso descalificante cuyo fin es desmoralizar al discurso de Rosas y sus seguidores, utilizando recursos retóricos pertinentes. 
Sarmiento desprecia a Rosas, y en su relato lleno de pasión se permite calumniarlo abiertamente (“Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él; por Rosas, falso, corazón helado, espíritu calculador, que hace el mal sin pasión...”) y criticarlo en todo lo que le es posible (“organiza lentamente el despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo”). Sin embargo, este monstruo que es Rosas tiene una inteligencia privilegiada, que le da la capacidad para gobernar, primero en Buenos Aires, después, en toda la república. Mediante esta aseveración se ve una marcada ambigüedad que rige a todo Facundo. Es decir, no hay una constante oposición a Rosas, sino que hay un intercambio de cualidades positivas con otras negativas (concesión), si bien estas últimas son más comunes. 
Sarmiento habla de la “grandiosa expedición” para expandir los límites de Buenos Aires que Rosas lleva a cabo: los comentarios están cargados de críticas e ironía (“una poderosa expedición de que él se había nombrado jefe”). Sarmiento muestra así cómo el calculador del “Restaurador” prepara la escena mediante la cual genera, con sus comentarios y órdenes contradictorias, el desorden en Buenos Aires.
De esta manera retorna y toma el poder, con el agregado de Facultades Extraordinarias y la Suma del Poder Público, palabras cuyo alcance y significado sólo el entiende.
Así como con Facundo, Sarmiento justifica su conducta por la influencia que tiene el ambiente sobre el riojano, trata de buscar una explicación similar para Rosas. Lejos de ser compasivo, Sarmiento lo justifica diciendo que Rosas es un típico ganadero, y todos sus comportamientos en el gobierno y con los gobernados tienen un paralelismo con un ganadero y su ganado. Pidiendo perdón a Dios en caso de estar equivocado (“Dios me perdone si me equivoco”), Sarmiento llega a comparar las estrategias de Rosas con las de la Inquisición. 
Al hablar de Rosas, el discurso de Sarmiento es netamente polémico. Dicho discurso, por su naturaleza verbal, implica un intercambio, en el cual se confrontan dos textos. Dentro del campo especulativo que aborda Sarmiento, el contradiscurso es citado con el fin de refutarlo, es decir, Sarmiento toma las palabras de Rosas y de sus partidarios para volverlas en su contra. Esto es lo que Arnoux denomina “falsificar la palabra del otro” o bien “formulación a contrario”. 
Luego de explicar el mapa de acción (todas las cosas que hizo Rosas para acumular el poder), Sarmiento finalmente dice el objetivo principal del “tirano”: “la reconstrucción del antiguo virreinato de Buenos Aires”. 
La República Argentina está caracterizada en Facundo de una manera muy dura y detallada. La primera frase en la que aparece es ya una crítica: la tilda de mujer y, por lo tanto, de cobarde, y de tigre, por lo sanguinario (“un día vendrá [...], Nuevo Mundo”).
En la introducción evoca a la República Argentina como un país que llama la atención de Europa por sus particularidades en cuanto al gobierno y la situación interna: muchos europeos han tratado de estudiarla, pero se han quedado en lo superficial, alegando que “es un volcán subalterno, sin nombre, de los muchos que aparecen en la América, pronto se extinguirá”.
Con respecto a España, Sarmiento la considera atrasada y retrógrada: si bien es bueno mirar hacia Europa, no se debe aspirar a ser como España, aquel país anticuado que nos conquistó. Para Sarmiento, los problemas que tiene Argentina en lo que se refiere a la falta de progreso e involución se la debemos a España. Puede aplicarse entonces el dicho “hay que ver el árbol para entender los frutos”. Esto es, en definitiva, lo planteado por David Viñas en su libro Literatura argentina y realidad política: la hispanofobia, que consiste en la visión de España como lo retrógrado y tradicionalista. También se manifiesta, como cita Viñas, el dilema progresismo-tradicionalismo, siendo la visión de Sarmiento meramente progresista. 
El capítulo I de Facundo consta de una descripción del aspecto geográfico de la República Argentina, vital para Sarmiento, quien piensa en la conducta de los seres humanos con relación al ambiente que los rodea. Es por eso que analiza las disposiciones del terreno y la consecuente distribución de la población, y dice que “el mal que aqueja a la República Argentina es la extensión...”. Por esto, van a haber poblaciones separadas de otras por miles de kilómetros, que van a impedir que haya algún tipo de progreso porque, además de todo, los ríos no están navegados. Entonces compara la navegación aquí con la de Estados Unidos y otros países que sí la aprovecharon.
Ya en Buenos Aires, describe al gaucho típico con total dureza: es un vago que no sabe hacer más que descansar y desdeñar las ventajas que la naturaleza le ofrece. De la ciudad, dice que la gente está constantemente mirando hacia Europa.
En el capítulo XIII `¡Barranca-Yaco!', la situación del país ha cambiado. Rosas ha emprendido su campaña para sacar a los indios del sur de Buenos Aires; Quiroga tiene poder sobre ocho provincias del interior; “la paz es ahora la condición normal de la República, como lo había sido antes un estado perpetuo de oscilación y de guerra”. 
Alrededor de 1834, Rosas seguía su expedición y los conflictos en Buenos Aires eran cada vez mayores, por lo que cuando vuelve del Sur y se le acaba el período de gobierno la gente le pide por favor que tome de nuevo el poder. 
Entonces, lo que plantea Sarmiento con respecto a la Argentina dominada por Rosas es que, si bien él (Rosas) se hizo del poder con toda una estrategia astutamente planeada, la gente se “sometió” a él quizás por ignorancia, quizás, como dice en la introducción (pero hablando de España), “pidiendo a gritos que le impongan el yugo, que parece ser su condición y su modo de existir”.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Jornadas Pedagógicas 2012


Organizadas por las Cátedras Pedagogía, Didáctica y Análisis Institucional de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales UADER

Paraná, jueves 27 y viernes 28 de septiembre de 2012

Eje temático transversal previsto para este año: «Las prácticas pedagógicas: nuevos escenarios y subjetividades, debates, tensiones y propuestas».

Propósitos
-Favorecer un espacio permanente de reflexión, debate y escritura en relación al trabajo docente universitario
-Construir conocimientos en torno al hacer docente
-Socializar las distintas experiencias del ámbito docente universitario

COMISIÓN ACADÉMICA:
Prof. Gloria Tarulli (cátedra Didáctica), Prof. Andrés Borgetto (Cátedra Análisis Institucional), Prof. Claudio Frías (Cátedra Pedagogía) Prof. Isabel Cordfield, Prof. María Paula Olivieri, Prof. Marta Zamero, Prof. Patricia Villamonte; Prof. Alejandra Marek; Prof. Diego Enría; Prof. Nidia Bulos; Prof. Andrea Laporta; Prof. Ma. Beatriz Galdós.-

COMISIÓN ORGANIZADORA:
Prof. Marcela Auch, Prof. Antonella Cerini, Prof. Martin Siebenhar; Prof. Susana Cipria; Prof. Noelia Chamorro; Prof. Rita Gotardo; Prof. Vanesa Collet, Prof. Jimena Yob, Prof. Soledad Formenti, Prof. María de los Ángeles Sánchez, Prof. Mariana Lucher, Prof. Dariela Brignardello; Téc. Lorena Verdes.

Ejes temáticos:
-El campo problemático de la Formación Docente: perspectivas e
intervenciones
-La enseñanza en los distintos campos disciplinares
-Nuevos escenarios pedagógicos y construcción de subjetividades
-Educación, Infancias y Juventudes
-La escuela en el cuerpo; el cuerpo y la escuela
-Escuela y construcción de género
- Pedagogía y Didáctica en las prácticas de formación de la universidad.
- La educación en los distintos niveles del sistema escolar: miradas, prácticas e innovaciones

Presentación de resúmenes
Hasta el Martes 4 de septiembre de 2012.

Presentación de ponencias
Presentación de ponencias: del 10 al 18 de septiembre de 2012.

Aranceles

Asistentes:
-Docentes - $ 40
-Alumnos de UADER (con libreta de estudiante) - $ 10
-Alumnos de carreras de grado de otras instituciones (con certificado)
$ 20

Expositores:
-Docentes de UADER - $ 80
-Docentes de otras instituciones - $ 100
-Estudiantes - $ 30

Inscripciones
Se podrán realizar a través de Jornadaspedagogicas2012@yahoo.com.ar;
o en el Área Contable de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, sita en Urquiza 732, Sede Paraná, de lunes a viernes, en el horario de 16 a 21 hs.