jueves, 27 de mayo de 2021

EL GÉNERO DRAMÁTICO

Los textos dramáticos o teatrales se organizan de una manera muy particular, que los distingue de los que pertenecen al género narrativo como los cuentos y las novelas. Esta particularidad hace que en ellos podamos distinguir dos tramas: una conversacional, representada por los diálogos entre los personajes y otra descriptiva, presente en las acotaciones o didascalias. Las acotaciones son indicaciones relacionadas con diversos aspectos de la puesta en escena: desplazamientos, gestos y entonaciones de los actores, escenografía, vestuario, sonido, iluminación, etc.
Antes de los parlamentos se escribe el nombre de la persona que habla y la raya de diálogo. Las acotaciones se escriben entre paréntesis y/o con otro tipo de letra (bastardilla).

Los parlamentos

Estos conforman la trama conversacional del texto dramático y son las palabras que deben expresar los personajes sobre el escenario. Pueden ser diálogos (cuando los personajes conversan entre sí), monólogos (donde un personaje habla solo en escena, como si estuviera pensando en voz alta) o aparte (cuando un personaje se dirige al público sin que los otros personajes lo oigan).
A diferencia de un cuento o novela, no hay un narrador que relate los hechos: seguimos el desarrollo de la historia y sabemos quiénes y cómo son los personajes gracias a las acciones que realizan y a los diálogos que mantienen a lo largo de la obra.

El conflicto como motor de la acción

El conflicto obliga a los personajes a tener que actuar para resolverlo, desencadenando a su vez, una serie de hechos que se van sucediendo hasta llegar al descenlce de la historia. Por ello se dice que el conflicto es el motor que pone en marcha la acción dramática, ya que los personajes siempre actúan movidos por el deseo de alcanzar un objetivo o de establecer una orden, es decir, un equilibrio momentáneamente roto. Para alcanzar sus objetivos, pueden enfrentar diferentes tipos de conflicto:

- con otro personaje (por ejemplo, un enemigo, un rival, alguien que representa una amenaza).
- consigo mismo (un personaje debe hacer algo que no desea / desea hacer algo pero no se anima, etc.).
- con un objeto (un personaje queda encerrado y no puede abrir la puerta).
- con el entorno (la familia, el ambiente donde se desenvuelve, la sociedad en la que vive, etc.).
- con la naturaleza (inundaciones, terremotos, etc.).

La tragedia y la comedia

Estos son los dos géneros más antiguos del teatro. La tragedia clásica se caracteriza por presentar personajes históricos o mitológicos (reyes, héroes y semidioses), que sufren una desgracia inmerecida por voluntad de los dioses o del destino. El descenlace es siempre infortunado, ya que termina con la muerte o el castigo del héroe. Mientras que la comedia pone en escena situaciones de la vida cotidiana y muestra el comportamiento del hombre común, señalando sus vicios y defectos mediante la burla y la ironía.

Fuente: Lengua III Prácticas del lenguaje - Editorial Santillana

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